| Bienvenidos a la era de la pérdida de la inocencia. Ya no desayunamos con diamantes, ni buscamos nuestro príncipe azul. Ahora nos acostamos a las tantas de la mañana y tenemos romances que deseamos olvidar a la mañana siguiente. Que realidad la nuestra. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario